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Los ingredientes clave que debe llevar una buena torrija

Cómo elaborar la receta tradicional de la torrija

Aunque existen infinitas recetas de torrijas diferentes y originales, no hay ningún sabor como las auténticas y tradicionales torrijas, vamos las de toda la vida. Cuando no te apetece innovar y quieres saborear un buen dulce de esos que siempre te han encantado, quédate a leer este artículo por qué te vamos a contar cómo conseguir esta torrija tan deseada. Así esta Semana Santa no tendrás excusa para preparar este delicioso plato y reutilizar ese pan duro que tenemos por casa. Es cierto que las más comunes suelen ser las de leche, pero también hay de vino o almíbar.

Es un manjar que en épocas pasadas se utilizaba como un alimento básico cuando no había para comer y, también, tiene un significado místico con la Resurrección de Jesús. El pan se identificaba con el cuerpo de Cristo, la fritura en aceite con el sufrimiento y la leche y la miel se asociaban al resurgir y la esperanza, por eso tiene una conexión tan estrecha con la Semana Santa. Para muchos otros, representan la esponja con vinagre que le dieron a beber a Cristo en la cruz.

El caso es que en nuestro país está muy asociado a la Cuaresma y la Semana Santa, por lo que aprovechémos esta época para disfrutar de uno de nuestros manjares más sonados. Aquí os dejamos un ejemplo de una de las torrijas que hacemos en nuestro restaurante Eiffel en Aluche:
torrija

En primer lugar, los ingredientes principales, necesarios e imprescindibles para preparar unas buenas torrijas (para 20 unidades aproximadamente) son:

  • 20 rebanadas de pan duro o pan para torrijas
  • 1 litro de leche
  • 100 gramos de azúcar
  • 1 rama de canela
  • 1 piel de limón
  • 1 litro de aceite de oliva
  • 5 huevos
  • Canela o almíbar para rebozar

La elaboración es sencillísima y casi no lleva tiempo. En primer lugar, deberás infusionar la leche en un cazo con el azúcar, la rama de canela y la piel de limón, todo junto. Calentamos a fuego medio y cuando comience a hervir, lo retiramos, tapamos y dejamos que se enfríe un poco antes de empezar a empapar el pan.

Cuando esté suficientemente frío, mojamos las rebanadas en la leche infusionada y las dejamos en remojo hasta que empapen bien la leche. En segundo lugar, deberás batir los huevos para rebozarlas por ambas caras y después proceder a freírlas. Muy importante, el aceite debe estar bien caliente y voltear el pan por las dos caras para que se queden crujientes y doradas.

Finalmente, deberás escurrirlas y ponerlas en papel secante para que saquen todo el exceso de grasa. El paso final y último y el que más sabor le da consiste en mezclar el azúcar con las cucharaditas que gusten de canela molida y rebozar esas torrijas medio húmedas en la mezcla. Aunque así ya estarán suficientemente ricas, también puedes servirlas con almíbar o miel.

Atrévete esta Semana Santa y deja a todos sorprendidos con tus torrijas caseras.